lunes, 15 de junio de 2009

Ataviada con un vestido en tonos ocres, con un lazo fucsia y zapatos y bolso a juego, la Tarasca desfilaba el miércoles por las calles de Granada con un vestido de Azahara Sánchez.
Pero La Pública siempre es la modelo más criticada por los que se acercan a verla pasear, precedida de gigantes y cabezudos, que hacen las delicias de grandes y pequeños, repartiendo mamporrazos, y también el desfile precedente a uno de los días más solemnes de la ciudad como es el Corpus Christi.
A mediamañana, la figura de una mujer a lomos de un dragón aparecía por la puerta del Ayuntamiento, donde desde horas antes se exhibía.

De allí salieron los cabezudos, personajes populares de la ciudad vinculados al barrio de La Pescadería, unos 'cabezones' que se dedican a llamar la atención de todos los niños que esperan por el recorrido oficial, que pasa por Gran Vía, Cárcel Baja, Calle Mesones hasta su vuelta al Ayuntamiento.
La historia del desfile de la Tarasca, que se celebra en la ciudad desde la época de los Reyes Católicos, es una alegoría del triunfo del bien frente al mal y su nombre proviene de la región francesa de Tarascón, donde se dio origen a la fiesta en el siglo XIV, y desde allí se extendió la tradición por todo el Mediterráneo, aunque con diferencias sustantivas, ya que si en Granada sobre el dragón va un maniquí que marca la moda, en la Provenza Francesa, es Santa Marta la que desfila propiamente sobre el dragón como marca la iconografía de la patrona de la hostelería.
La historia proviene de una leyenda de origen céltico: la Tarasca, un animal fiero mitad serpiente mitad mujer que engañaba a los hombres que cedían a sus encantos devorándolos o mutilándolos horriblemente.

la festividad del corpus

La fiesta del corpus fue creada por los Reyes Católicos como Fiesta Mayor tras la conquista de Granada.
Se copió el modelo de la de Sevilla.
La procesión en honor de la Custodia que contenía el Cuerpo de Jesucristo estaba formada por todas las parroquias de la ciudad y las de las poblaciones de la Vega.
Desde el principio, el arzobispo Hernando de Talavera se encargó de que todos los sectores de la población granadina se sintiesen representados y así consta que salían zambras moriscas en el cortejo.
Y desfilaban diversos carros en los que se escenificaban pasos y juegos teatrales.Tal fue la envergadura que tomó la procesión con el paso de los años que en 1573 se dieron unas Constituciones Sinodales para regular el orden de la solemne comitiva y el tipo de "espectáculos" que podían aparecer.

Que se sepa, a partir de 1632 tenía lugar además el "Paseo de la Ciudad" que consistía en una especie de desfile festivo con gigantes, cabezudos y la mítica Tarasca, una mujer sobre un dragón.
Estas dos procesiones han perdurado hasta nuestros días.
Y así, el miércoles sale la Tarasca, que es una celebración dirigida a los niños y jóvenes.
La Tarasca es un maniquí sobre un dragón que se supone viste la ropa que habrá de estar de moda esa temporada.
Y el jueves, que es el día grande, la procesión religiosa que en la actualidad saca un trono realizado por el orfebre y escultor granadino Miguel Moreno.
Se mantiene aún la tradición de erigir altares a lo largo del recorrido procesional. En la Plaza de Bib-Rambla se exponen las denominadas "Carocas": dibujos y quintillas alusivas, en tono satírico, a acontecimientos ocurridos en la ciudad durante el año anterior.
La Feria en sí, que comienza el lunes anterior al jueves del Corpus y finaliza el domingo siguiente, se traslada a un recinto a las afueras de la ciudad, con casetas y atracciones de todo tipo